Existe
una miríada de artículos que hablan de cómo ser un mejor master, yo
mismo he escrito varias entradas dando tips de cómo masterear, ¿pero qué
hay sobre jugar? Ciertamente una buena partida de rol depende tanto del
master como de los jugadores, quizá hasta más, pues le superan en
número. Hoy es el día para dar tips para aquéllos en el otro lado de la
pantalla. Entonces, a lo que vinimos, ¿cómo ser un mejor jugador?
1. Haga algo
La máxima pregunta de un master en todo juego de rol es sin duda ¿Qué hacen?.
Bueno, su primer y más importante trabajo como jugadores es responder a esa pregunta. En mi experiencia personal con grupos, especialmente en
convenciones, es que de esa pregunta 1 de cada 4 jugadores la responde,
los demás se quedan callados, lo que es una lástima, pues el juego se
alimenta principalmente de la respuesta a esta pregunta.
Los
jugadores son las estrellas de la historia, los protagonistas, lo más
importante del universo en ese momento, y no van a llegar a ningún lado
quedándose sentados esperando a que la aventura y la emoción lleguen a
ustedes, Mahoma debe ir a la montaña (las montañas no caminan). “¿Cuáles
son mis objetivos y qué puedo hacer para lograrlos?” son preguntas que
todo jugador debe hacerse.
Investigue,
haga preguntas, siga pistas, hable con personas. Si no está jugando un
tipo de personaje que haga este tipo de cosas, busque alguna forma de
tener un efecto sobre el mundo y hágalo.
2. Su personaje no existe fuera de lo que USTED narre
Puede
escribir cuantas páginas de trasfondo quiera o tener el mejor personaje
del mundo en su cabeza, pero no significan nada sino se traducen en
acciones y palabras de su personaje en la mesa de juego.
No
es la responsabilidad de los otros jugadores, incluyendo el master,
leer el trasfondo de su personaje, y los otros personajes no pueden
leerle la mente (usualmente). Así que saque su trasfondo y
características de su personaje a la luz, contándolas o mejor aún
demostrándolas, aprovechando lo que sucede en el juego para dejarle
saber a los demás cómo es su personaje, y por qué es tan genial.
Haga
conocer su personaje, sus talentos, sus defectos, sus características,
manerismos, debilidades, contactos, etc. Aproveche cualquier oportunidad
para demostrar lo qué es su personaje. Es una de las partes más
divertidas de jugar rol.
3. No intente detener las acciones de otros
La
regla de oro en los clubes de improvisación es aceptar todo lo que los
otros participantes hacen y desarrollar sobre ello, es prohibido decir
“No” o negar las acciones de otros. Esto es buen consejo, no solo para
el teatro improvisado, sino para las historias en general y ciertamente,
para los juegos de rol.
Si
otro jugador quiere hacer algo y usted intenta detenerlo, eso va a
crear una discusión que bien puede tomar horas y al final, en el juego
no pasó absolutamente nada. Es tiempo perdido. Como mínimo, tenga la
discusión dentro del personaje.
Acepte
las acciones y las palabras de otros personajes y siga la corriente.
Siga la historia en vez de detenerla para tener una conversación fuera
de juego. Si están teniendo una conversación civilizada con un NPC pero
el bárbaro decide romperle la nariz de un golpe, pregúntese “¿qué hace
mi personaje ante lo que acaba de ocurrir?” en vez de decirle al jugador
que es una mala idea y tratar de convencerlo de que no juegue su
personaje como él quiere jugarlo.
No detenga el juego, no niegue las acciones de otros, sino construya sobre ellas.
4. Siga la corriente
Decir
“mi personaje no haría eso” también es algo que detiene el juego. En
lugar de descartar la aventura que el master ha preparado por las
últimas 2 semanas con esas 5 palabras, trate de pensar “por qué mi
personaje haría eso”. ¿Por qué mi clérigo ayudaría a una iglesia
enemiga? ¿Por qué mi ladrón devolvería los bienes robados? ¿Por qué mi
paladin acepta esta misión? Invente una razón, un motivo subyacente, un objetivo, por el que el personaje se embarque en esa aventura. Las
mejores historias son de personajes fuera de su zona de confort.
¿Recuerdan
aquella gran historia del jedi que le dijo a Obi-Wan, “mi personaje
no haría eso” y se quedó en su pacífica aldea hasta que fue diezmada
por los ejércitos imperiales? ¿Verdad que no? Entonces, querido Luke,
póngase esa mochilla y vaya a la aventura.
Su
personaje es parte de la historia, el juego de rol es un juego en
equipo, para que la historia funcione, todos tienen que poner de su
parte.
5. No le haga daño a los otros jugadores
¿Pensando
en hacer un personaje que le roba a los otros miembros del grupo, con
un skill tan alto que nadie jamás se va a dar cuenta? Buena idea si
quiere que todos los demás jugadores lo odien.
Atacar
a otro miembro del grupo es igual de detestable en la mayoría de casos.
A menos de que la historia expresamente lo necesite, en general es una
mala idea. Lo más probable es que ya tengan suficientes enemigos allá
afuera a quienes atacar como para estar creando problemas dentro del
grupo. Desde un punto de vista estratégico y narrativo, es una mala
idea.
Si
quieren ver cuál personaje es mejor que otro en un duelo por pura
diversión, es mejor discutirlo antes y no hacerlo en medio calabozo,
minutos antes de enfrentarse al beholder. Si lo que tienen son problemas
personales entre jugadores, arreglen eso fuera de juego o dejen de
jugar juntos.
6. Conocer las reglas está bien, ser un cretino al respecto no
Nada
en contra de los jugadores que conocen las reglas mejor que el master,
son de gran ayuda. Pero por amor a Pelor, no discutan sobre una regla
con el master por más de 20 segundos, pues si lo hacen, están atrasando
el juego y no hemos venido a discutir reglas, hemos venido a jugar.
Si
piensa que hay una regla que el master no conoce, o está aplicando mal,
cumpla con informarle, es trabajo del master adjudicar el resto. Hay
muchas cosas que suceden detrás de la pantalla de la que usted, como
jugador, no está al tanto.
7. Ponga atención
No
se ponga a ver televisión o jugar Candy Crush en medio juego. Si no
puede estar en el juego, no llegue a jugar. Esto daña el ambiente de los
demás jugadores. Si está aburrido, en vez de hacer torres de dados para
ver cuantos dados puede apilar en una sola torre y luego romper sus
marcas, siga el paso número 1 en esta lista y haga algo. Si
por alguna razón su personaje no puede actuar (por ejemplo, está muerto o no es su turno), pregúntele al master qué puede hacer por mientras,
ponga atención a la historia y piense cómo afecta a su personaje, haga
un mapa, un dibujo de su personaje, tome notas, o en el peor de los
casos, aléjese de la mesa para hacer lo que tenga que hacer, así no
distrae el juego.
Si está en la mesa de rol, está jugando rol, no otra cosa.
8. Sea un narrador
El
master no es el único narrador en un juego de rol, cada jugador lo es,
debe serlo si esto va a ser un juego de rol. Diga lo suyo, deje que
otros digan su parte, y cuando el master está describiendo algo, déjelo
terminar. Todos son hilos de una misma historia.
Narre
lo que hace y dice su personaje, incluso puede asumir cosas sobre el
mundo, el master está allí para decirle si algo que asumió no es verdad.
El punto es intentarlo, participar en la historia tan activamente como
pueda.
9. No sólo de tiradas exitosas viven las buenas historias
Es
feo que después de un gran discurso insultante y una gran preparación,
su personaje salte con la espada en sus manos para que el dado lo
traicione. Pero debe aprender que esto no es el fin del mundo y que la
historia debe continuar. Usted quería narrar como le partía el cráneo en
dos al pit fiend, pero no tome ese 1 en el dado como una negación de la
historia y una excusa para el silencio. Aún puede dar una descripción.
Tómelo como ironía y construya una historia basándose en esa ironía.
Pregúntese ¿por qué su personaje falló? ¿qué lo hizo fallar?. “¡Debo
tener una maldición, sabía que esa horrible bruja me había echado un mal
de ojo!”, “Te daré una oportunidad más para que te rindas”, “¡Doy dos
oportunidades, no tres!”.
Cuando fallen, usen la creatividad. Un fallo es tanta oportunidad de narración como un éxito.
10. Recuerde que es un juego
Aunque
parece mentira, la gente lo olvida, toma lo que el master u otro
jugador dice como algo personal, olvida que están allí para divertirse y
jugar, olvidan que es un juego.
Recuerde
que un juego de rol es un juego, respete a los demás jugadores, respete
la historia y actúe en servicio de ella. Todos estamos aquí para jugar
un juego juntos, crear una historia entre todos, tirar dados y
divertirnos. Respete las narraciones de los demás jugadores, sepa que no
siempre va a pasar lo que usted quiere que pase, y eso está bien, eso
es lo que hace divertido a un juego de rol, su impredictibilidad.
Actúe, sea postivo, pero sobre todo, diviértase.
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Saludos desde Vzla.