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Detrás de cada buen personaje hay un buen trasfondo

Ya lo dice el dicho, y quién soy yo para contradecir palabras más viejas que la misma historia.

Y recordemos que un trasfondo es eso, algo que está detrás del personaje y que lo define, pero detrás de la historia que se cuenta, nunca parte de ella. En el caso de un juego de rol, el trasfondo de los personajes no es parte de la historia narrada en la mesa, en una novela, no es parte de lo que se lee en ella.

En esa nota, hoy decidí agregar al wiki de Onira el trasfondo de Eletorn, el protagonista de la primera novela oficial de Onira, que copio a continuación para su escrutinio.

Tierra natal, familia y niñez
Ilustración: Casa Garabato.
Colaboración de: Sergio Acuña, Ruth Angulo y Alberto Tenorio.
Eletorn nació en el valle de Bangard, el reino de los elfos, una tierra inusual para una familia de humanos. Sus padres, una artesana y un experto ingeniero, llegaron a Bangard a practicar sus comercios, algo que no fue fácil, pero los elfos lentamente fueron encontrando el valor en los conocimientos humanos y sus aplicaciones para su aldea. Los elfos aprendieron que no todos los humanos son iguales, algunos pueden ser bondadosos, capaces incluso de adoptar y criar a un niño elfo. Finalmente, la familia fue aceptada por los elfos como amigos y cuando nació su primer hijo biológico, los elfos hicieron una gran celebración, lo vieron como un símbolo de la unión de ambas razas y lo nombraron Eletorn, “amigo de los elfos”. Sin embargo, el niño nunca le hizo honor a su nombre. Sus relaciones con los elfos nunca fueron buenas, a Eletorn los elfos siempre le resultaron anticuados, con leyes y pensamientos atrasados para la época, pero nunca tuvo opción, vivía en una ciudad de elfos y siempre que necesitaba ayuda debía recurrir a ellos.

Adolescencia y formación
Su interés por la magia existía desde que era un niño, pero nunca pudo estudiarla. Lo intentó muchas veces, con diferentes maestros, en diferentes escuelas y diferentes tipos de magia. Sus maestros siempre coincidían en que Eletorn simplemente no tenía talento para la magia ni la determinación necesaria para estudiarla. No obstante, Eletorn siguió investigando y practicando por su cuenta. Tenía acceso a la biblioteca del Árbol de la Sabiduría, y eso era suficiente para él. Allí conoció a Iandros, un humano alquimista quien lo acogió bajo su ala y le enseñó un lado de la magia que no conocía, y a un ritmo mucho más rápido que el de los elfos.

Moral, relaciones y vulnerabilidades

En un mundo lleno de deidades y fes, Eletorn decidió seguir la razón y depositar su fe en el potencial de los mortales. A pesar de sus diferencias, es con los elfos que tiene mejores relaciones. Eletorn no es fanático de los héroes ni de los aventureros, considera sus gestas descabelladas y a ellos faltos de lógica. Su mayor defecto, además de su arrogancia, es quizá su incapacidad para vivir en el presente. Las preocupaciones de Eletorn por lo general no yacen en el presente, sino en planes para el porvenir o reflexiones del pasado.

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