Seguimos hablando sobre la diversión en Magic (aunque aplica para cualquier otro juego competitivo). Aprendimos a dejar de enfocarnos en los resultados y definir nuestros propios objetivos (más fácil decirlo que hacerlo) ¿Y ahora qué?
El oponente verdadero es usted mismo
Un error común en los jugadores novatos es no tomar en cuenta al oponente que está frente a ellos en la mesa. Y un error común en los jugadores profesionales (lo digo porque lo he escuchado de ellos mismos en podcasts) es concentrarse demasiado en los oponentes. Ninguno de los dos extremos es bueno. Pero una parte importante de la diversión es mejorar. Porque si nos estancamos, inevitablemente el juego se va a volver aburrido en algún momento.
Si nunca examinamos nuestros errores y no llevamos un rastro de la dirección que estamos tomando, no sabremos qué pasos tomar para lograr nuestras metas más consistentemente, lo que a su vez lleva a una mejor experiencia de juego. Hay gente que juega sin hacer esto y son felices (Timmy y Johnny) pero si hay algo de Spike dentro suyo, aunque sea una chispa de competitividad, es esencial que haya progreso en su juego. Nótese que 1) nosotros fijamos los objetivos, nadie más y 2) no nos estamos enfocando en resultados, sino en logros.
Si tras una partida (independientemente de su resultado), notamos que no cumplimos nuestros objetivos, debemos preguntarnos qué pasó y analizar la partida. Hay cosas que están fuera de nuestro control (como el azar) pero hay cosas que sí. Es común que los jugadores le echen la culpa con demasiada frecuencia a la suerte. Es cierto, hay un elemento aleatorio en el juego, pero esta debería ser la conclusión después de descartar las otras dos alternativas, después de un cuidadoso análisis, no un microsegundo después de que la partida haya terminado (o antes). Y no le echemos la culpa a la persona al otro lado de la mesa. El oponente verdadero es uno y su propio deck, que son las cosas que se pueden mejorar.
Creando una mejor versión de su deck, y de usted
Si determinamos que hay algo que se puede mejorar en nuestro deck o en nuestra estrategia, debemos poder identificarlo y buscar una solución. Volver a jugar con el mismo deck y de la misma manera y esperar diferentes resultados es dejar todo en manos del azar.
Para esto es necesario tomar nota de cosas que podemos mejorar. A menudo nos damos cuenta unos momentos después, cuando ya es demasiado tarde. Pero 1) no debemos tratar de enmascarar el error con otro error, 2) debemos aceptar el error y corregir la estrategía lo antes posible, y 3) tomar nota de cual es el problema. Lo más probable es que lo estemos haciendo inconscientemente, entonces al darle atención al problema, estamos activamente evitando que vuelva a suceder. Puede requerir varios intentos, pero al final, es un error que habremos corregido y una versión de nostros mismos o nuestro deck más actualizada y mejor.
Lo que debería ser versus lo que es
Finalmente, cuando estemos analizando nuestras jugadas, no caigamos en el error de pensar en lo que "debería ser" sino concentrémonos en lo "que es". ¿A qué me refiero con esto? Por ejemplo, en el deck standard que estoy jugando actualmente en MTG Arena, empecé a notar que una carta no me estaba ayudando a completar uno de mis objetivos (dejar al oponente en 12 de vida o menos en turno 3). La carta en cuestión es considerada una de las piedras angulares del deck monorojo, pero decidí quitarla de todos modos y poner otra que "en teoría" "debería" hacer al deck más rápido. Después de algunas pruebas, me di cuenta de que no era culpa de mis oponentes sino que el cambio que había hecho no estaba funcionando como esperaba. Magic es un juego complicado y muchas veces resulta difícil ver todos los ángulos. A veces la realidad no se amolda a nuestra forma de ver las cosas. A veces lo que es no es lo que debería ser. Hay que aprender a aceptar la realidad como es y seguir probando diferentes cosas.
El oponente verdadero es usted mismo
Un error común en los jugadores novatos es no tomar en cuenta al oponente que está frente a ellos en la mesa. Y un error común en los jugadores profesionales (lo digo porque lo he escuchado de ellos mismos en podcasts) es concentrarse demasiado en los oponentes. Ninguno de los dos extremos es bueno. Pero una parte importante de la diversión es mejorar. Porque si nos estancamos, inevitablemente el juego se va a volver aburrido en algún momento.
Si nunca examinamos nuestros errores y no llevamos un rastro de la dirección que estamos tomando, no sabremos qué pasos tomar para lograr nuestras metas más consistentemente, lo que a su vez lleva a una mejor experiencia de juego. Hay gente que juega sin hacer esto y son felices (Timmy y Johnny) pero si hay algo de Spike dentro suyo, aunque sea una chispa de competitividad, es esencial que haya progreso en su juego. Nótese que 1) nosotros fijamos los objetivos, nadie más y 2) no nos estamos enfocando en resultados, sino en logros.
Si tras una partida (independientemente de su resultado), notamos que no cumplimos nuestros objetivos, debemos preguntarnos qué pasó y analizar la partida. Hay cosas que están fuera de nuestro control (como el azar) pero hay cosas que sí. Es común que los jugadores le echen la culpa con demasiada frecuencia a la suerte. Es cierto, hay un elemento aleatorio en el juego, pero esta debería ser la conclusión después de descartar las otras dos alternativas, después de un cuidadoso análisis, no un microsegundo después de que la partida haya terminado (o antes). Y no le echemos la culpa a la persona al otro lado de la mesa. El oponente verdadero es uno y su propio deck, que son las cosas que se pueden mejorar.
Creando una mejor versión de su deck, y de usted
Si determinamos que hay algo que se puede mejorar en nuestro deck o en nuestra estrategia, debemos poder identificarlo y buscar una solución. Volver a jugar con el mismo deck y de la misma manera y esperar diferentes resultados es dejar todo en manos del azar.
Para esto es necesario tomar nota de cosas que podemos mejorar. A menudo nos damos cuenta unos momentos después, cuando ya es demasiado tarde. Pero 1) no debemos tratar de enmascarar el error con otro error, 2) debemos aceptar el error y corregir la estrategía lo antes posible, y 3) tomar nota de cual es el problema. Lo más probable es que lo estemos haciendo inconscientemente, entonces al darle atención al problema, estamos activamente evitando que vuelva a suceder. Puede requerir varios intentos, pero al final, es un error que habremos corregido y una versión de nostros mismos o nuestro deck más actualizada y mejor.
Lo que debería ser versus lo que es
Finalmente, cuando estemos analizando nuestras jugadas, no caigamos en el error de pensar en lo que "debería ser" sino concentrémonos en lo "que es". ¿A qué me refiero con esto? Por ejemplo, en el deck standard que estoy jugando actualmente en MTG Arena, empecé a notar que una carta no me estaba ayudando a completar uno de mis objetivos (dejar al oponente en 12 de vida o menos en turno 3). La carta en cuestión es considerada una de las piedras angulares del deck monorojo, pero decidí quitarla de todos modos y poner otra que "en teoría" "debería" hacer al deck más rápido. Después de algunas pruebas, me di cuenta de que no era culpa de mis oponentes sino que el cambio que había hecho no estaba funcionando como esperaba. Magic es un juego complicado y muchas veces resulta difícil ver todos los ángulos. A veces la realidad no se amolda a nuestra forma de ver las cosas. A veces lo que es no es lo que debería ser. Hay que aprender a aceptar la realidad como es y seguir probando diferentes cosas.
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