Un día en el que esperamos ver Mad Max y terminamos viendo todo lo contrario a Mad Max es uno muy triste. Un día en el que alguien sale del cine pensando que lo que acaba de ver es Mad Max, cuando en realidad es más de la misma basura cinemática sin sentido que otras películas de acción, es un día muy triste. Un día en el que el mundo glorifica y alaba a un falso profeta post-apocalíptico que no sólo falla en ser todo lo que representa Mad Max sino que lo escupe en la cara no es un día para nada hermoso.
Mad Max nunca nos ha prometido complejas historias profundas pero tampoco nos había decepcionado con meras escenas de acción sin sentido. Las historias de Mad Max han sido simples: una pequeña refinería quiere conservar su combustible, un hombre quiere recobrar lo que es suyo. Pero Mad Max nunca ha sido el qué, sino el cómo. La forma cómo se narra la historia en Mad Max y cómo nos permite conocer su mundo es lo que hace de Mad Max uno de los tesoros cinematográficos más grandes que tenemos. Hollywood, una vez más, logra tomar algo de gran valor cercano a nuestro corazón para tirarlo en el suelo y llenarlo de excremento de mono.
Mad Max es mucho show, poco tell. Lo que vemos en Fury Road es totalmente lo contrario. Los diálogos nos dice cosas que la película jamás nos muestra. Los personajes pasan por la pena de decirnos quiénes son y cómo se sienten en lugar de demostrárnoslo para que nos relacionemos con ellos.
Algunos vehículos, especialmente el Gigahorse que no es otra cosa que un Cadillac dentro de otro Cadillac montado sobre un camión, parecen salidos de la cochera de Xzibit. Otros, como el espinoso Plymouth Rock, son conceptos interesantes, pero que pasan por la pantalla como si fuera una pasarela y en realidad no los vemos hacer nada interesante.
Lo feo
Fury Road no es sólo otra película de acción sin sentido, sino que toma prestadas las herramientas narrativas de su antecesora, Mad Max 2, y las desvirtúa: la comida es escasa y eso obliga a Max a tomar medidas extremas, una bala no funciona, usar un arma sin balas para intimidar, lanzallamas, muchas pistolas apiladas, dagas ocultas, una caja de música, una refinería, conducir un camión cisterna que es atacado en el camino (básicamente toda la película). Todos estos elementos poseen un gran significado dentro de Mad Max 2, pero en Fury Road están despojados de todo significado. Probablemente ni siquiera los recuerden porque no son importantes para avanzar la "trama" de la película. Posiblemente si la veo de nuevo encuentro aún más.
Mad Max no son romances hollywoodenses ni un circo con fenómenos, tampoco es Star Wars para que salga Darth Vader. Mad Max es Mel Gibson haciendo un personaje bueno y emotivo, no Tom Hardy con máscara gruñendo. Mad Max es comedia ligera, fantasía pero, más que todo, esperanza. Fury Road deja un vacío siendo deprimente, decadente y desesperanzadora.
Lo bonito
Dicho todo esto, no niego que la película tiene algunos elementos divertidos como bolsas humanas de sangre, guitarras eléctricas lanzallamas, mitad zombis, un mecánico orgánico, fanfarrones en mástiles y carros con picos. Estas cosas hacen de la última entrega de Mad Max algo divertido de ver, pero no se profundiza en estos elementos lo suficiente como para hacerla una película interesante.
En conclusión
En conclusión
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