Como pasa con los magos, los guerreros grandiosos en Onira son pocos (la mayoría mueren en el intento o desaparecen).
Si
anda buscando con quién meterse en problemas, usted quiere ir a
Ristvana. El mayor rompe-piernas sobre la tierra (o el mejor conocido,
al menos) no es otro que el Conde Willard de Tarkson, quien mató al
Jabberwock y gobierna una ciudad entera repleta de estatuas que cuentan
cada una de sus grandes hazañas. Es seguido de cerca por la reina Helia,
quien decapitó a Asmodeus y el príncipe Feraemar, quien mató a un
kraken con sus propias manos. Más al sur, en la ciudad blanca de
Algarath, la ninfa guerrera Idhriel comanda las fuerzas de la Órden de
Nidhogg.
Si
ampliamos el término “guerrero” para incluir a los amigos de lo ajeno,
es digno de mencionar Chainer, un asesino de los puertos de Arinor que
maneja un mercado negro y a Krekie, el líder de la Hermandad de
Espectros.
Y
si son de los que creen en las leyendas y esas cosas, podríamos incluir
a Dae, el montaraz ex-gladiador dervish asesino, pero nadie lo ha visto
en años. Lo mismo se puede decir del menos infame Guerrero Sin Nombre,
quien desapareció sin rastro y se le atribuye haber matado a
Mefistófeles. Todos en Onira han escuchado su historia.
Lo que en realidad respondería
Tú lo eres, Pancracio, sólo debes confiar en ti mismo.
Esta es una de las 20 preguntas que pueden hacerte tus jugadores sobre tu escenario de campaña. ¿Cuál es tu respuesta?
Comentarios