Comparada a las demás películas de los Hombres-X, claro, no le ven ni el polvo. Por primera vez es una película decente. Eso es lo que es. Pero creo que se le ha vanagloriado demasiado. Tiene sus cosas malas.
En
lo personal, Wolverine no es suficientemente wolverinesco, es demasiado
civilizado y se preocupa por Scott (¿en serio, Scott?). Por cierto,
¿quién manda a Wolverine a
una misión de diplomacia, de ganar en una lucha de astucia y carisma a
nada más y nada menos que a Charles Xavier y Magneto? Es una misión
suicida. El hecho de que sean ellos mismos los que lo manden sólo lo
hace infinitamente peor.
Fuera
Mystique, hola Jennifer Lawrence. En esta película Raven es 20%
Mystique y 80% una actriz que ahora sí es famosa. Fue bonito ver a
Bishop, lástima que no hace nada importante en la película.
Luego
está el asunto de la originalidad. Los centinelas del futuro son un
poco demasiado parecidos al Destroyer que ya vimos en la película de
Thor. Y los poderes de los mutantes, habiendo de tanto donde escoger,
vemos a los menos originales, por un momento sentí que estaba jugando
Portal.
La
excepción es el poder de mandar la conciencia de alguien a viajar por
el tiempo, eso sí es original. El problema es ponerle ese poder a Kitty
Pryde, un personaje que ya tenía un poder:
traspasar cosas sólidas. Esto nos hace preguntarnos ¿entonces cuál es
el poder de Kitty Pride? y ¿cómo es que pasa de traspasar cosas a viajar
por el tiempo? Preguntas que la película jamás contesta. Desearía poder
decir que los cómics responden esa pregunta, pero en los comics es
Rachel Summers la que envía la conciencia de Kitty al pasado. Es Kitty
no Wolverine la que viaja.
Hay
más cosas que no tienen sentido en la película, como el nivel de
tecnología que teníamos en 1975. Y no hablo de los centinelas, hablo de
los audífonos de Quicksilver. Pero como dije, a pesar de todo esto la
película logra ser decente. Si me preguntan, hubiera sido mucho mejor
con Kitty Pryde como personaje principal.
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